MALÍ BLUES

Autora: Lieve Joris

Editorial: Altaïr

Por: Antonio Picazo. Escritor y periodista. Especializado en reportajes de viajes. Es crítico de literatura de viajes, naturaleza, antropología y narrativa.

África desde lo más dentro posible

Recorrido con larga parada en tres países del norte subsahariano: Senegal, Mauritania y Malí.

         El relato (o mejor, tres relatos, uno por país) se compone de una larga serie de imágenes escritas, o descritas, con gran nitidez, de lo que es la vida y ambientes en esos países africanos. Una narración desde dentro de los lugares, de las familias, junto con un intento de resultados imposibles, el de llegar al interior de la individualidad de las personas. Desde dentro, desde un cierto interior, sí, pero no más allá de lo que le es posible hacerlo a un ser humano rostro pálido.

         ¿Gran reportaje? ¿Escrito realista? Las dos cosas y puramente ninguna de ellas. Quizá se trate de un nuevo género a acomodar en el de literatura de viajes. A la autora se la compara y equipara con R. Kapuscinski y cierto es que se le parece.

         El libro crece y se crece con la descripción de tantas escenas cotidianas de África -unas resultan de un cierto tono humorístico, otras dramáticas- que por comunes, suelen pasar fácilmente desapercibidas entre los apresurados turistas y viajeros, más preocupados en huir del calor y de la sequedad que de humedecerse con algunos fundamentos africanos. Porque estas escenas son eso, sucesos rutinarios, nada monumentales ni fenomenales, pero que suponen la esencia del costumbrismo del África negra, de su consecuente autenticidad, a veces con unos rasgos tan parecidos, si no iguales, entre un país y otro, que superan las fronteras, los grupos étnicos y todo lo que en sí, es aquel continente tan diverso aunque, a menudo, tomado como una sola pieza.

Sí, en efecto, diverso pero, no obstante, con muchos trazos idénticos, de norte a sur y de oeste a este: la inventiva, el reciclaje hasta la extenuación; la mezcla de magia, tradición y modernidad; los conflictos tanto interétnicos como armados; la desidia, la corrupción e inoperancia social y administrativa. El mérito de Lieve Joris es saber pararse, incluso detenerse y sentarse para observar el paisaje humano que ella ha elegido describir, para frecuente contrariedad de los personajes observados ante la continua toma de notas periodísticas y casi etnográficas. No es menor la paciencia de la autora al ser capaz de situarse al ritmo de un territorio que circula a unas velocidades tan lentas, incluso a ninguna velocidad. El texto a veces se resiente de ello y queda largo y con alguna amenaza de acabar siendo tedioso, le sobran unas decenas de páginas.

Curiosa la tensión sexual que se adivina en la convivencia antropológica de la autora con el cantante maliense Boubacar Traoré.

Lo mejor:   Las descripciones del mundo cotidiano africano. Su normalidad. Sin tanto tremendismo al uso de los reporteros blanquecinos de búsqueda casi exclusiva de las pústulas africanas.

Lo peor:     El contagio de la lenta velocidad y ritmo africano que a veces sufre el texto y que deriva hacia un cierto tedio, así como a un innecesario número de páginas.

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